En ocasiones la conducta del individuo puede considerarse por nuestra legislación penal como un delito, entre los que se encuentran: robo, fraude, abuso de confianza, despojo, daño en propiedad ajena, delitos cibernéticos, lesiones, homicidios, abuso sexual, portación de arma de fuego, etc.
Actualmente la existencia del delito y la responsabilidad de quien lo cometió es investigada mediante el Sistema de Justicia Penal Acusatorio.